Fiesta en Bajamar (Tenerife) el día 29 de noviembre para celebrar el Décimo Aniversario del Reggae Can
Hablar hace 10 años sobre el reggae en Canarias casi era hablar de un mundo de anhelos y sueños. Existían bandas locales, cada una con su propia propuesta musical; se realizaban festivales y, ocasionalmente, pasaba por la isla algún grupo internacional. Pero esto era muy de tarde en tarde, y siempre quedaba como un hito, por su extrañeza, en la memoria colectiva de los amantes de esta música. Se hablaba de esas actuaciones como si estuviéramos mencionando un hecho legendario: Yo estuve en la Plaza de Toros cuando actuó Jimmy Cliff… Una pasada cuando vimos a Ziggy Marley… No recuerdo el año, pero en el sur de la isla actuó Desmond Dekker y Black Uhuru... Y estos comentarios se hacían con un tono como si hubiera sido un rito iniciático que nos había transformado en profetas de una nueva religión. Éramos los tocados por la mano sanadora del reggae. Tan antiguos sonaban esos comentarios que más de uno y una ponía cara de escepticismo como si estuvieran ante un gran fabulador que les hablara de momentos más cercanos a hechos legendarios, como si con nuestras palabras hubiéramos abierto los armarios de Narnia y viajáramos a otro lugar, a un mundo de fantasía.
Y, de repente, surgió el Reggae Can, un proyecto de festival, inicialmente modesto pero que tenía como sueño situar las Islas Canarias en la escena reggae mundial. Y decimos sueño porque como ya sabremos, la continuidad no es una característica de las propuestas culturales de este Archipiélago. Muchos Primer Festival de…, muchos Primer Concierto de…, muchas Primera Gala de… se han quedado huérfanos al año siguiente. Sin embargo, el Reggae Can logró sobrevivir a esa inmensa ola que todo lo engulle como ocurriera en la película Náufrago, pasando a navegar por mar abierta; Y ahí, como le pasara a Tom Hanks, vivir momentos de penuria, tiempos de alegría, situaciones maravillosas. Los sueños, poco a poco, se hacían realidad, y comenzaron a llegar a la isla grupos de calibre mundial, año sí y año también. Sin querer ser exhaustivos, podemos citar a Sara Lugo, Mellow Moods o Paolo Baldini DubFiles, junto a propuestas nacionales como Roberto Sánchez, Emeterians, Awake, Morodo, Chalart58, Matah o Payoh SoulRebel, y como no, las bandas locales como Ruts & La Isla Music, Eclipse Reggae, Ras Kuko, The Conqueror Project, Stereoman, Fernikhan, Isa Izquierdo, Dactah Chando, Abel Cordovez, Don Virgilio… Mucha gente ha pisado los escenarios en esta cita ineludible con el reggae.
Para cerrar este año de celebraciones por el décimo aniversario de Reggae Can, se programó una verdadera fiesta en las calles de Bajamar en un formato dub. Así, el cartel venía encabezado por Paolo Baldini DubFiles y Mellow Moods a los que acompañaban productos locales de la calidad de Makka Dubba & Dadda Wanche, junto a un set de DJ de mucho nivel como son Javadub y Andrea Álvarez. A todo esto, se añadió un punto de excelencia al traer a Canarias, por primera vez, al británico Alpha Steppa. Una noche única e irrepetible porque como bien saben los amantes del Dub, no hay dos sesiones iguales ya que la música se construye en un directo en donde la interacción del público juega, y mucho, un papel fundamental para encaminar a los artistas hacia un lado u otro.
Y es que Tenerife respondió abarrotando la Avenida Cornisa Achimensey de Bajamar, transformada por una tarde en la embajada reggae de Canarias, con sus actividades orientadas a la familia, sus talleres, charlas y sus actuaciones. A ver con qué nos sorprenden la próxima edición porque el listón está muy alto y, cuando te acostumbran a comer caviar, se hace muy duro volver a sucedáneos de menos calidad. Esperamos con ansiedad el Reggae Can, Edición Undécima.