Cierra una nueva edición del festival de reggae más longevo de España y uno de los más grandes de Europa.
Rototom Sunsplash, el mayor festival reggae de España y uno de los principales eventos de este tipo de Europa, volvió a abrir sus puertas en Benicassim el 16 de agosto, para desarrollar toda una semana dedicada a la música y la cultura jamaicana.
Rototom es conocimiento, cultura, salud, música y, sobre todo, camaradería; y decimos camaradería porque durante esa semana se crean lazos de amistad que se vuelven a retomar un año después, en la siguiente edición del festival. El primer día es la jornada de los saludos, los abrazos, del recuerdo de la familia y comprobar cómo han crecido los hijos e hijas, a quienes se les trasmite ese amor por la música reggae. Porque Rototom es también familia, las cifras así lo indican: más de 21.000 menores de 13 años han participado en el Rototom de la infinidad de actividades programadas para ellos: Mágicomundo (para los más y las más menudas) y Teen Yard (para los y las adolescentes), así como los numerosos talleres realizados en el Mercado Artesano. Se les ve pulular por todo el recinto, en sus skates o patinetes, con sus caras pintadas o sus labores artesanas, conviviendo de manera natural al margen de pantallas y dispositivos móviles, solo viviendo su infancia con sus iguales. Así es el Rototom, festival abierto a toda la familia (otro dato: las personas mayores de 65 años tienen entrada gratuita, igual que los menores de 13 años, y esta edición supuso la presencia de 9.000 personas), con sus espacios de mercado, de restauración, de esparcimiento, como ocurre con el área Pachamama, zona de relax, yoga y charlas. También tiene cabida la cultura reggae con la Reggae University, en donde se puede dialogar con los maestros del reggae, como pueden ser Mutabaruka, Burning Spear (presentó su nuevo disco, después de 15 años si sacar nada nuevo), David Hinds o Chi Ching Ching, o el debate político en el Foro Social, por donde pasó gente como Juan Diego Botto para presentar su película Márgenes o Noam Chomsky (en vídeo llamada). No obstante, Rototom también es música, muy buena música, con una gran diversidad de propuestas apta para todo tipo de público.
Jumping, área en donde sonará la música urbana, R&B y similares a lo largo de toda la noche, con sesiones de DJ acompañadas con cantantes noveles que cogen el micrófono para enseñar su arte, con Nonai Sound, Sputnik DJ o Sistah Vibes.
Jamkunda, es un espacio nuevo en el Rototom, heredero del antiguo Africa Village y ha sido toda una sorpresa al dedicarse a los nuevos ritmos que han surgido en los últimos años en el continente y que han quedado englobados bajo la denominación de Afrobeats. Se realizaban talleres de danza por las tardes y, llegada la noche, sesiones de DJ dedicadas a esos sonidos. Aunque fue todo un éxito en cuanto a público es cierto que echamos de menos algunas de las actividades del Africa Village, como era el pase de modelo el último día del festival con la ropa con telas africanas que se había ido confeccionando los días anteriores y que daban un toque alegre a esa jornada final.
Lion Stage, es el escenario menor del Rototom que, a pesar de su menor entidad, programa muy buena música, con grupos menos conocidos. Solía ser el espacio que cerraba el festival cada día, aunque en esta edición ha cambiado, dejando ese cometido a los espacios ya reseñados de Dub Academy, Dancehall y, sobre todo, el Jumping que era el último escenario en cerrar a las 6 de la mañana. En esta edición, se ha apostado mucho por la presencia de la mujer en este escenario, como indica que abriera esta edición la cantante jamaicana Jaz Elise; al mismo tiempo, se ha abierto la programación a estilos más urbanos, siguiendo la tendencia de años anteriores, y, sobre todo, con grupos locales, como son Las Ninyas del Corro o Maluks, y en masculino Nativa o Boom Boom Fighters & Cookah P. En ese espectro de música urbana, señalar la presencia de la argentina Miss Bolivia o los mejicanos Son Rompe Pera (¿Se puede mezclar rock duro, reggae y xilófonos? La respuesta es Son Rompe Pera), Pongo y su afrobeats. Pero también hubo grandes grupos de reggae, como fueron Nonpalidice (por primera vez en el Rototom) junto al veterano Brinsley Forde, Train To Roots o Cimarons, y dos grandes sorpresas: por un lado, Fricativa Sonora, un plantel de grandes músicos valencianos que hacen muy buena música instrumental y ska (lástima que lo programaran abriendo el Lion Stage el lunes 21, que le restó público a esta muy buena banda); y por otro lado, los Gultrah Sound System, banda tunecina que hace reggae con misturas de música tradicional, lo que supone un aire muy fresco a un panorama reggae mundial en ocasiones anquilosado en manidos ritmos.
Pero fueron dos grandes voces femeninas quienes dominaron el Lion Stage. Estamos hablando de la inconmensurable Hollie Cook y su reggae sensorial, que hace maravillas sonoras con la sonrisa de quien sabe muy bien a dónde quiere ir. Y la otra gran actuación del Lion Stage fue Sara Lugo, entregada como nunca con su cóctel de jazz, R&B, soul y reggae, en proporciones adecuadas para hacer de su hora de actuación un simple suspiro.
Main Stage. Escenario principal de Rototom, y centro de todo el festival. Como ya indicamos para el Lion Stage, la programadora del festival está intentando dar aires nuevos a las propuestas musicales y, así, vemos de nuevo una clara apuesta por los grupos locales, como ocurre con La Fúmiga, Zoo o el barcelonés Adala, dando espacio a lo que este último cantante expresó como una necesidad de abrir los festivales a las lenguas minoritarias de España. El reggae es universal y debería aceptarse que se cante en catalá, euskera, galego, francés, alemán o cualquier otra lengua. Además de los grupos locales que, en ocasiones, se alejan mucho de los sonidos tradicionales reggae, igualmente el Main Stage tuvo tiempo para propuestas más urbanas como puede ser el rap/trap del argentino Trueno (con un show medido al milímetro) o su versión femenina catalana con Lia Kali. El afrobeats señoreó en el Main Stage de manos de Yemi Alade con un muy buen espectáculo. No obstante, frente a estos nuevos sonidos, hubo reggae, muy buen reggae, de mano de la inmensa Queen Omega (que ha madurado mucho en los últimos años, demostrando que es la verdadera reina del momento) y la jamaicana Lila Iké, segunda vez en Rototom, muy enérgica y entregada. Tiken Jah Fakoly y Gentleman (al alemán se le quedó corta su bolo, pidiendo en el último momento más tiempo para cantar algún tema más) no fallaron a la cita, junto a un Protoje espectacular en el escenario, a cuya actuación ha sabido darle más dinamismo en los últimos años. Burning Spear, historia viva del reggae (estaba antes que los Wailers, que Lee Scratch Perry, que Studio One, y ahí sigue) no defrauda; con cuatro melodías lleva a sus seguidores al éxtasis musical, algo que puede chocar a los neófitos del reggae, más acostumbrados a espectáculos más dinámicos, más vibrantes.
Si tuviéramos que coronar a alguien como rey de esta edición del Rototom, la misma sería una monarquía dual pues la deben compartir dos grandes de esta música, como son Capleton y Anthony B; ambos desplegaron sus armas en el escenario (dinámicos, atléticos, comunicativos, trepidantes) y ambos ganaron, con un posible heredero pisándoles los talones como es Kabaka Pyramid, que superó a bandas clásicas como Steel Pulse (con quien salió a bailar y tocar el bajo en algún tema) o Barrington Levy (no le ayudó el presentar un show basado solo en su voz, sin coros, y con una backing band que no fallaba pero que no transmitía absolutamente nada).
Mención aparte merecen dos espectáculos. L’Entourloop, que hay que recordar que no pudieron actuar la edición pasada por la tormenta de viento que llevó a cerrar el festival esa noche, tenían muchas ganas de actuar en el Rototom, y lo hicieron por partida doble; en el Main Stage y en el otro Secret Show del Dub Academy. Verdadero espectáculo visual, con pantallas, luces y visuales que acompaña a la música seleccionada por el dúo, quienes vinieron acompañados por N’Zeng, Troy Berkley y Blabbermouf a los micrófonos, así como las visitas sorpresas de Las Ninyas del Corro, Queen Omega o Skarra Mucci.
El otro espectáculo que destacó en esta edición es la propuesta El Mundo Flamenco Saluda a Bob Marley, versiones de sus temas más clásicos pasados por el filtro flamenco con las voces de Kiki Morente, Noemi Humanes o Alana Sinkëy, junto al grande Payoh Soul Rebel. A los instrumentos, estaban Israel Suárez “Piraña”, Josemi Carmona, Alex Conde, Josue Ronkío y Juanito Carmona JR. Con esos palos, se construyó un gran castillo, un espectáculo llamado a reproducirse en el futuro por su innovación y su calidad.
Rototom 2023, un festival que disfrutaron cerca de 35.000 personas cada noche, cerró las puertas el día 22 de agosto, conjurando el lema de esta edición United For Peace, paz que no debe ser una entelequia sino una realidad. Nos espera Rototom 2024.